Enfermedades emocionales. la epidemia del siglo XXI
DOI:
https://doi.org/10.51431/bbf.v0i0.284Resumen
Preocupaciones menores son parte de la vida diaria. Todos en mayor o menor medida están sujetos a ellos. Por ejemplo es común para una persona exasperarse por un pequeño disgusto o molestarse sin motivo aparente. Reacciones de este tipo van, vienen y desaparecen por un tiempo. Sin embargo, hay disgustos que no se van, se quedan por horas, días y a veces semanas. Se vuelven profundos, intensos, afectando la conducta, los sentimientos y los pensamientos. Cuando una condición alcanza este estado, ya no se trata de una preocupación o disgusto sino de una Enfermedad Emocional. Ésta, se podría definir como los padecimientos originados por conflictos personales que luego derivan en problemas orgánicos. La causa radica en conflictos de convivencia o presiones del entorno que derivan en síntomas como el aburrimiento, la ansiedad o la angustia. Es fundamental tener en consideración estos cambios emocionales, sobre todo cuando son duraderos e intensos, indicando que una persona se encuentra emocionalmente distorsionada y ha desarrollado formas de adaptarse a las situaciones de la vida, por tanto, el individuo que se encuentra afectado de esta dolencia, no se considera enfermo y es en este punto donde radica el problema y por qué las enfermedades emocionales crecen a un ritmo vertiginoso convirtiéndose en una plaga más de nuestro sigloDescargas
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Publicado
2018-08-03
Cómo citar
Leyton, K. (2018). Enfermedades emocionales. la epidemia del siglo XXI. Big Bang Faustiniano. https://doi.org/10.51431/bbf.v0i0.284
Número
Sección
Artículos